Este proyecto se concibe como un acto de contestación ante la cruda realidad que vive un cuerpo racializado en período de confinamiento preventivo en escenarios diversos de empobrecimiento, vulneración y riesgo. Este pretende evidenciar de manera amplia los efectos que ocasionan estas situaciones en las distintas dimensiones de lo humano.

Un viaje por el Caribe Colombiano para narrar las historias locales de los hombres, mujeres, pescadores y agricultores, que luchan por la supervivencia de los pueblos negros y por la preservación de su memoria histórica cultural que se reafirma en el Son de Negros, una expresión artística que nació en tiempos de la colonia, de mano de los negros esclavizados traídos del continente Africano, y que hoy aún se conserva en los asentamientos de pescadores afrodescendientes quienes a través de la música y la danza muestran sus símbolos de resistencia y fuerza, en una declaración de vida. Este legado que celebra el coraje de los cimarrones en su búsqueda por la libertad es una tradición que, hoy en día, se encuentra en riesgo de desaparecer.